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Así fueron las I Jornadas de Tecnología y Autismo

Resumen de las Jornadas de Tecnología y Autismo

El día 13 de noviembre tuvieron lugar las Jornadas de Tecnología y Autismo organizadas por la Universidad Rey Juan Carlos. Ricardo Moreno, director del departamento de atención a la diversidad, inauguró el evento haciendo hincapié en la labor docente realizada desde la Universidad Rey Juan Carlos, trabajando continuamente en el acercamiento de la tecnología a personas con diversidad funcional. Ha destacado la importancia de que todos seamos participes de este acercamiento y colaboremos para construir herramientas útiles que ayuden a satisfacer las necesidades de este colectivo.

El primer ponente fue Juan Carlos Torrado Vidal, personal docente e investigador de la Universidad Autónoma de Madrid. Juan Carlos comenzó su presentación destacando la necesidad de canalizar las demandas del sector tecnológico a las necesidades específicas de cada individuo. En el caso de personas con Trastorno del Espectro Autista, ha explicado la importancia de ser capaz de detectar situaciones que les provoquen ansiedad y poder actuar en consecuencia. Para ello, él y su equipo han desarrollado Taimun-Watch, una aplicación que utiliza smartwatches y su capacidad para medir las constantes biológicas de las personas (pulso cardiaco, por ejemplo) para detectar situaciones de estrés a las que se pudieran enfrentar. Una vez detectadas estas situaciones de estrés, Juan Carlos comenta que se pueden seguir dos tipos de estrategias: o evitar las situaciones que produzcan estrés o enseñar al individuo a habituarse a dicha situación, ya que en algunos casos va a ser imposible poder prevenirla. Las pruebas realizadas con usuarios reales con TEA les ha servido para validar la aplicación creada, concluyendo con que aún hay mucho trabajo que realizar para poder medir de manera precisa las emociones de este colectivo a través de sus indicadores biométricos.

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Posteriormente, Guadalupe Montero, directora del colegio de educación especial Alenta, presentó la aplicación Leo con Lula. A través de esta aplicación se ha implementado la metodología lectura global para enseñar a leer a personas con TEA. En el pasado, esta metodología se implementaba a través de tarjetas, que tenían que ser creadas y recortadas por los propios docentes. Estas tarjetas no podían ser modificadas y al final no todas las tarjetas eran útiles para todos los alumnos, lo que generaba una gran cantidad de material que era difícil de gestionar. Este fue uno de los motivos por el que se desarrolló Leo con Lula. Esta aplicación les ha permitido digitalizar el contenido de las tarjetas, facilitando la gestión, la edición y la compartición de los mismos. Leo con Lula puede ser utilizada en tabletas y pizarras digitales, de forma que se puede generar un ambiente lúdico que motiva a los estudiantes a la vez que aprenden, un aspecto importante a tener en cuenta.

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Antes del descanso de las jornadas Luis P. de la Maza, vicepresidente y fundador de la Fundación AUCAVI, presentó el proyecto SMART-ASD. Este proyecto surge de la colaboración de varias entidades europeas, desde centros universitarios hasta colegios. Luis ha destacado la dificultad existente a la hora de elegir una aplicación para personas con Trastorno del Espectro Autista, debido a la gran cantidad de aplicaciones existentes en el mercado. Analizarlas todas es complicado, ya que las constantes actualizaciones tecnológicas hacen que aplicaciones que hoy funcionan, mañana no lo hagan si no reciben las actualizaciones correspondientes. Además, en muchas ocasiones es posible ver que en ninguno de estos pasos se están teniendo en cuenta las destrezas tecnológicas de los usuarios. De esta necesidad surge SMART-ASD, que proporciona una serie de herramientas que permite evaluar las habilidades tecnológicas del usuario y permite la realización de entrevistas a familiares, tutores, etc. Toda esta información es almacenada y enviada a un servidor Web, que la procesará y devolverá una serie de recomendaciones sobre aplicaciones que podrían resultar interesantes para él/ella.

Tras el descanso, José Jesús García Rueda, coordinador de I+D de Ingeniería de la UTAD, contó como la realidad virtual puede ser utilizada en diversos ámbitos relacionados con las personas con Trastorno del Espectro Autista. En primer lugar, nos presentó el proyecto Cicerón, en el cuál se ha desarrollado un entorno virtual para ayudar en el entrenamiento de las habilidades de comunicación. En concreto, en este proyecto se trabaja la exposición oral pública. Otro ejemplo del trabajo realizado por su equipo es el proyecto Lancelot. En este proyecto, se ha desarrollado un entorno virtual para tratar problemas de ansiedad y fobia. Mediante este entorno, los usuarios son expuestos a situaciones que les generan estrés, aumentando o disminuyendo el estímulo que provoca esta emoción según los indicadores biométricos del usuario, tales como el pulso cardiaco. José Jesús ha destacado los resultados positivos obtenidos en ambos proyectos, así como el alto grado de aceptación de ambos entornos tanto entre los propios usuarios como entre el equipo pedagógico de los diversos centros con los que han trabajado.

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A continuación Estefanía Martín, personal docente de investigación de la Universidad Rey Juan Carlos, y Guadalupe Montero presentaron el proyecto Blue Thinking. Este proyecto surge del gran parecido existente entre las funciones ejecutivas que trabajan las personas con TEA y el pensamiento computacional, tan presente en las aulas de hoy en día. Esta similitud hace intuir que si se entrena una de las dos capacidades es posible que se mejore la otra. Una de las tareas que se asocia al entrenamiento del pensamiento computacional es la programación. Desde Blue Thinking, se van a estudiar las herramientas actuales que permiten aprender programación y se va a desarrollar una nueva que incorpore aspectos de accesibilidad cognitiva, no existentes en las aplicaciones actuales, que permita su uso por parte de niños/as y adolescentes de entre 6 y 16 años con y sin TEA. En este sentido, a la hora de desarrollar aplicaciones para estos colectivos es muy importante tener en cuenta a los propios usuarios finales durante el proceso de desarrollo.

Una vez concluyeron las ponencias, se llevó a cabo una mesa redonda en la que los ponentes y los asistentes han discutido sobre las necesidades que la tecnología podría ayudar a cubrir en el mundo del Trastorno del Espectro Autista. Uno de los aspectos a tratar, es la brecha existente cuando se habla del uso de tecnología por personas adultas con Trastorno del Espectro Autista. Es necesario averiguar cómo acercarnos a este colectivo con la tecnología, ya que la brecha digital afecta negativamente en este aspecto, diseñando programas de intervención que nos ayuden a disminuir esta brecha.

Otra situación sobre la que se discutió es la realidad del mercado de realidad virtual en España. Este mercado aún está en crecimiento y es necesario un esfuerzo adicional para hacer llegar esta tecnología cualquier persona que lo necesite. En el ámbito de desarrollo, es importante que el desarrollador tenga en cuenta las necesidades del educador y esto no es algo que se suela hacer a menudo.

La mesa concluyó afirmando que para poder crear software de calidad que abarque todos estos factores no sólo es necesario aumentar la inversión en software, si no que también es necesario fomentar el desarrollo inclusivo. De esta manera, una aplicación podrá ser utilizada de manera general por cualquier tipo de usuario, lo que al final ayudará a reducir el coste del software.

David

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